
A principios de este año dio comienzo el curso de iniciación a la Brujería en Celtic Spirit. De la mano de Mónica Fernandes como profesora principal y directora del curso y con Amaia Olivares como alumna colaboradora. Un grupo de mujeres valientes con ganas de conocerse a sí mismas y su relación con la naturaleza empezaron a dar sus tímidos pero seguros pasos en este camino ancestral que es el de la brujería.
Cada vez que oímos la palabra brujería a cada una de nosotras nos trae unas reminiscencias diferentes. Habrá quien sienta rechazo, quien se sienta atraída y también habrá quien sienta indiferencia o incluso llegue a pensar que son chorradas o cosas de viejas.
Pero qué es en realidad la brujería.
La brujería es un camino espiritual como cualquier otro. Es un camino que te invita a conocerte a ti misma, a escucharte y a sentirte en el mundo. Puede que esa sea la diferencia con otros caminos espirituales en los que parece que se trabaja más hacia dentro en busca del ser interior. En la brujería la conexión con la naturaleza y con todo lo que hay en ella es elemento indispensable, se busca el equilibrio y el respeto por todo aquello que nos rodea. Ser uno con el todo. Podríamos encontrar aquí similitudes con algunas de las corrientes espirituales orientales.
Se ha hablado y se habla cada vez más de espiritualidad sin que lleguemos a saber muy bien qué es de lo que estamos hablando. Al margen de todo lo que se podría decir acerca de ello, y tratando de resumirlo en pocas palabras, la espiritualidad podría verse como aquello que alimenta al espíritu, al alma, aquello que nada, ni nadie puede llenar salvo lo que realmente somos, esa conexión de la que te hablaba antes.
Se utilizan desde antaño todas las leyes de las que la ciencia comienza a hablarnos apenas hace décadas, como La ley de la atracción, en la que si concentramos nuestra intención de la manera adecuada podemos conseguir que llegue a nuestra vida aquello que deseamos. O incluso desterrar de ella, aquello que no deseamos.
Aquí también hay código ético, sino no sería muy espiritual que digamos este camino y una de sus leyes principales es la de no hacer daño a nada ni a nadie. No sé a ti, pero a mí que de brujería aún se poco, pero de yoga sé algo más, me recuerda al Yama Ahimsa, la no violencia, hacia nadie, ni si quiera hacia mí misma.
Nos vemos pronto. Te seguiré contando pequeñas cositas acerca de la brujería, pequeños hechizos, rituales, meditaciones, los instrumentos mágicos que utilizamos las brujas, te hablaré de diosas… Y de cualquier otra cosa que te interese.
Texto original: Mirian Fernández
Imagen: Pexels