
EL PODER DE CAMBIAR LAS COSAS

El poder mágico es inherente a la Tierra.
Por diversos medios, hemos aprendido a usar este poder. Tenemos la energía pura y completa de Todo – de la Diosa y el Dios – lo más alto.
Como brujas, sabemos que somos una parte diminuta del universo. Sin embargo, estamos conectadas a todas las otras partes del universo. Todo nos afecta, y lo que hacemos afecta a todo.
Si haces magia, realmente pueden cambiar las cosas. Como bruja, debes respetar esto. Tienes el poder de cambiar las cosas y puedes tener un gran impacto en las personas y en sus vidas.
Este poder, viene con una gran responsabilidad: hacia otras personas, hacia los animales, hacia la Tierra y hacia ti misma.
Los practicantes de la magia entienden que lo que se percibe como la diferencia entre lo físico y lo no físico se debe a nuestras limitaciones como entidades de base material.
Algunas de las herramientas utilizadas en la práctica de la magia son, de hecho, no físicas.
Y tres de las más efectivas de estas herramientas, son la música, la danza y los gestos. Escribir y crear arte puede ayudar a liberar tu mente consciente y enfocar tu concentración para la magia de trabajo.
Las técnicas utilizadas para elevar el poder, alterar la conciencia y unirse con la Diosa y el Dios a menudo son parte del ritual. De hecho, se pueden lograr ritos efectivos, incluso poderosos, utilizando meros gestos. Honramos la danza y la música como uno de los primeros actos mágicos.
Desde los tiempos más remotos, los practicantes de la magia han empleado color, ritmo, gestos con las manos y posturas corporales en su oficio.
Defino ritual como movimientos específicos, manipulación de objetos (herramientas) o una serie de procesos internos, que están diseñados para producir los efectos deseados.
Para las brujas, los rituales son ceremonias que celebran y fortalecen las relaciones con la Diosa, el Dios, con la Tierra, con ellas mismas. Los ritos pueden ser antiguos, recién escritos o espontáneos.
Texto original: Mónica Fernándes
Imagen: Pixabay