Este año volvemos en septiembre con una nueva edición del curso de iniciación a la brujería.
Este nuevo curso con una novedad que no te dejará indiferente: abrimos inscripciones para ADOLESCENTES. Si tienes entre 14 y 17 años y cuentas con la autorización de tus padres o tutores, no lo dudes, este es tu momento.
Y si tienes dudas de si este es ti curso, pasate por la Celtic Spirit en la calle gorbea n° 5 o llámanos por teléfono, estaremos encantadas de aclararte cualquier duda que tengas.
– Comenzamos el domingo 19 de septiembre de 10:00 a 18:00.
Y si tienes más de 17 años, este también puede ser tu curso, a partir de septiembre en dos modalidades diferentes:
– 1 día a la semana, los miércoles de 19 a 20:30 (comenzando el 8 de septiembre)
– 1 sábado al mes de 10:00 a 18:00 (comenzamos el 18 de septiembre)
Durante todo un año transitaremos el camino de la brujería.
Este es un curso para cualquiera que quiera profundizar en si misma, en si mismo y en su relación con la naturaleza y con todo aquello que nos rodea desde siempre.
La luna y sus distintas fases nos guiarán en ese camino de auto-descubrimiento y escucha interna que nos acompaña toda la vida: la luna doncella, la luna madre y la anciana sabia, sin olvidarnos de la luna reina, esa fase que a veces nuestra sociedad olvida honrar, en la que una mujer es plenamente consciente de su poder y de cómo usar este.
Aunque la luna y su ciclicidad nos hablan de la mujer y sus ciclos, también los hombres tienen un vínculo especial con la luna y su energía. Por lo que si te lo estabas preguntando, este también es un curso para ti, si eres hombre.
La rueda estacional irá marcando el ritmo de los elementos y de nuestro trabajo con ellos.
El trabajo con la rueda estacional y los sabbat, nos invitan a conectar con la energía del sol, y con sus ciclos. Los ciclos de la naturaleza marcados por la luz o por la falta de la misma.
Trabajaremos también con aceites esenciales, con plantas, símbolos mágicos y mucho más; potenciando nuestra magia con todas las herramientas disponibles en nuestro camino.
Si tienes cualquier duda, no te quedes con las ganas y ponte en contacto con nosotras a través del correo electrónico o del número de teléfono.
También puedes escribirnos en los perfiles de instagram o facebook si lo prefieres y te contestaremos por privado.
Mail ecosdelnortemagia@gmail.com En instagram @ecosdelnortemagia En facebook @ecosdelnortevitoria (ecos del norte) Teléfono 678 896 810 (Mónica)
Y no puedo resistirme a dejarte un poema de Ziller titulado “Ser bruja”, que personalmente me encanta. Espero que tú también lo disfrutes.
Un saludo. Espero tener pronto noticias tuyas.
Ser bruja es amar y ser amado. Ser una bruja es saber todo, y nada en absoluto. Ser una bruja es moverse entre las estrellas mientras te quedas en la tierra. Ser una bruja es cambiar el mundo a tu alrededor y a ti mismo. Ser una bruja es compartir y dar, mientras se recibe todo el tiempo. Ser bruja es bailar y cantar, y tomar las manos del universo. Ser una bruja es honrar a los dioses, y a ti mismo. Ser una bruja es ser magia, no solo realizarla. Ser una bruja es ser honorable, o nada. Ser bruja es aceptar a otros que no lo son. Ser una bruja es saber que lo que sientes es correcto y bueno. Ser bruja es no dañar a nadie. Ser bruja es conocer los caminos de la antigüedad. Ser una bruja es ver más allá de las barreras. Ser bruja es seguir a la luna. Ser bruja es ser uno con los dioses. Ser bruja es estudiar y aprender. Ser bruja es ser maestra y alumna. Ser bruja es reconocer la verdad. Ser una bruja es vivir con la tierra, no solo sobre ella. ¡Ser una bruja es ser verdaderamente libre! Ziller
Las practicantes de la magia saben que lo que diferencia lo físico de lo no físico se debe a nuestras limitaciones como seres hechos de materia.
Algunas de las herramientas más utilizadas en la práctica de la magia son no físicas. Y podríamos decir que las tres más efectivas son la música, la danza y los gestos.
Escribir y crear arte puede ayudar a liberar tu mente consciente y a enfocar tu concentración para el trabajo de la magia.
Las técnicas utilizadas para elevar el poder, alterar la conciencia y unirse con la Diosa y el Dios, a menudo son parte del ritual. Incluso los ritos más efectivos y poderosos se pueden llegar a lograr usando meros gestos. He visto a brujas aclamar al elemento aire con tan solo extender sus manos al cielo, o simplemente diciendo palabras tan simples como “Aire, ven a mí”.
Honramos la danza y la música como uno de los primeros actos mágicos y religiosos. Ya que desde los tiempos más remotos, los practicantes de la magia han usado color, ritmo, gestos hechos con las manos y posturas corporales para expresar sus intenciones mágicas y traer al plano de lo físico aquello que representaban.
El ritual dispone una serie de movimientos específicos, manipulación de objetos (herramientas) y una serie de procesos internos, que están diseñados para producir los efectos deseados.
Para muchas de nosotras, los rituales son ceremonias que celebran y fortalecen nuestras relaciones con la Diosa, con el Dios y con la Tierra.
Un simple rito puede consistir en un celebrante solitario que enciende un fuego y que canta nombres sagrados mientras observa la salida de la luna.
El baile eleva nuestra energía, libera nuestras inhibiciones, conecta el cuerpo físico con la tierra y crea un sentimiento de encontrarnos «entre planos» donde cualquier cosa puede suceder y la creación se vuelve ilimitada.
Es la alquimia de todo: la alegría, el placer, la conexión con el cuerpo y el espíritu, lo que hace que bailar sea el mejor ejercicio de brujería. Un acto de rebelión espiritual.
Todo en el mundo material está hecho de vibración, como siempre han dicho los místicos, tal y como lo confirma la física cuántica a día de hoy.
El mundo material es resonante. Los objetos tienen frecuencias que pueden ser detectadas como ondas de sonido.
Cuando cantas cantos y canciones mágicas, cantos y canciones antiguas, vinculas tu intención a las vibraciones de tu voz, las vibraciones que envías a este mundo siempre vibrante, son recibidas por el eco de tu voz en el mundo material e inmaterial que te rodea.
Haces que el canto o la canción vibren con tu propia voz. Una voz, una vibración, que nadie tiene más que tú; es como tu huella dactilar o tu ADN. Nadie tiene exactamente esa vibración de voz. Nadie canta exactamente como tú. Nadie vibra como tú.
Así que la intención mágica envuelta en el canto o la canción se liberan en tu mundo, allí donde estás y necesitas que esta intención suceda para ti.
Piensa en la palabra «encantamiento».
¡El canto y la magia están unidos incluso en las mismas palabras que usamos!
Los gestos son las contrapartes silenciosas de las palabras. Los gestos nos ayudan a mejorar los rituales cuando se realizan junto con invocaciones o bailes, o también se pueden usar solos por su poder real.
El significado mágico de los gestos es complejo, y se deriva de los poderes de la mano.
La mano puede curar o matar, acariciar o apuñalar.
Es un canal a través del cual las energías se envían desde el cuerpo o se reciben de otras manos, de otros cuerpos.
Nuestras manos levantan nuestros altares mágicos, agarran varitas mágicas y apagan las llamas de las velas al concluir los ritos mágicos.
Las manos, como el medio por el cual la mayoría de nosotros nos ganamos la vida, son un símbolo del mundo físico.
En sus cinco dígitos se encuentran el pentagrama, el Tetragrama, el símbolo mágico protector supremo; la suma de los cuatro elementos junto con Akasha, el éter, el espíritu, el poder espiritual del universo, se dan cita en cada una de nuestras manos.
A la espera de que los usemos, a la espera de que tomemos conciencia de ellos, de que no solo están a nuestro alrededor y en nosotras, sino que también hay partes de nosotras como son las manos, que pueden trasladar esta alquimia elemental más allá de nuestro cuerpo físico.
La diosa se puede invocar individualmente con la mano izquierda, el pulgar y el primer dedo levantados y curvados en un semicírculo, mientras que el resto de los dedos están contra la palma. Esto representa la luna creciente.
El dios se invoca con los dedos índice y medio de la mano derecha levantados, o con los dedos primero y cuarto arriba, el pulgar sosteniendo los demás contra la palma, para representar cuernos.
Los elementos pueden invocarse con gestos individuales al aproximarse a las cuatro direcciones:
Una mano plana sostenida paralela al suelo para invocar a la Tierra en el Norte;
Una mano levantada, con los dedos separados, para invocar Aire en el Este;
Un puño levantado para que el Sur invite al Fuego,
Y una mano ahuecada hacia el Oeste para invocar Agua.
Los gestos se usan en la magia junto con la visualización. La mano puede ser la que se utiliza para dirigir la energía o invocarla. Los gestos son herramientas mágicas tan potentes como cualquier otra, aquellas que siempre podemos llevar con nosotros, para usar cuando sea necesario.
Antes de que existiera el tiempo, antes de la creación de la Tierra, antes de los humanos, estaba el “Todo”.
El Todo existía en silencio, en quietud, en armonía. El Todo es tanto femenino como masculino. Ninguna parte es mayor que la otra.
De la unión de las partes iguales del Todo llegaron las semillas de la vida. La diosa y Dios eligieron los símbolos físicos para recordarnos su presencia.
La diosa eligió la luna, luminosa, radiante y tranquila, pero cambiante.
El dios escogió el sol, ardiente, fuerte y brillante, pero estable.
DIOSA DE LA TIERRA, DIOSA DE LA LUNA.
La diosa, esencia de lo divino femenino asociada tanto con la Tierra como con la Luna.
Como la Madre Tierra, ella representa la energía física de la tierra que permite que toda la vida eche raíces y prospere. Su energía es nutritiva, tierna y flexible, ya que hace posible la manifestación de todo cambio.
Es madre y compañera del Dios, sus ciclos de siembra, crecimiento y muerte hacen que la Rueda del Año gire, limpie lo viejo y produzca lo nuevo en la cocreación eterna con el Dios.
En su aspecto Lunar, la Diosa gobierna la noche, las mareas oceánicas, los ciclos reproductivos de las mujeres y la psique humana relacionada con la emoción y la intuición, la sabiduría que proviene de la interacción con nuestro lado oscuro.
La Luna tiene su propio ciclo único en relación con la Tierra. Lo conocemos como la fases de la Luna.
Estos aspectos cambiantes son conocidos como la Doncella, la Madre, la Reina (pre-anciana) y la Anciana, y cada función corresponde a una fase lunar (creciente, llena, menguante y nueva), así están representadas las cuatro etapas de la vida de cada mujer.
EL DIOS CORNUDO Y EL DIOS SOL.
La otra mitad de la deidad es la masculina, el Dios de la fuerza vital que todo lo abarca. Representa los animales del bosque y el Sol. Es el dios de la caza, pero al mismo tiempo protege a los animales en la naturaleza, asegurando el delicado equilibrio de la vida en la Tierra.
La otra asociación del Dios es con el Sol, cuya luz es necesaria para el crecimiento de toda la vida.
Muchas culturas antiguas adoraban a un Padre del Cielo y a una Madre Tierra. La rueda del año gira en torno a la relación cíclica entre el Dios como el Sol y la Diosa como la Tierra, con el Dios muriendo cada otoño y renaciendo cada primavera, creciendo fuerte durante todo el verano para morir nuevamente. Haciendo eco de los ciclos de crecimiento de la vida vegetal en la naturaleza.
En la brujería, rendimos homenaje a la Diosa y al Dios, como manifestaciones del Todo. Pero en la magia de trabajo, puedes elegir diferentes aspectos de las deidades con las que trabajarás. Incluso puedes elegir con qué aspecto de la deidad trabajar, ya que todas las deidades, de todas las culturas son vistas como diferentes aspectos del Todo.
Entonces, el Todo, la Diosa y Dios, están presentes en todos los seres y en todas las cosas.
La magia es la ciencia que trabaja con los poderes ocultos de la Tierra. Su práctica, es un arte.
La magia es la ciencia que busca los métodos para realizar un hechizo, pero esto, requiere investigación y conocimiento sobres los poderes ocultos de la tierra.
Tu arte, es la forma en la que sigues y aplicas tu intuición y creatividad.
En la práctica de la magia, has de combinar tu arte y ciencia para unir las fuerzas naturales y lograr los resultados deseados.
Todas las filosofías, métodos y tradiciones relacionadas con la práctica de la magia comparten una sabiduría metafísica fundamental. Hay una energía innata que irradia de la Tierra y de todos los seres que habitan en ella, personas, animales, plantas y piedras. La existencia de esta energía hace que todo lo consideremos «vivo».
La magia ha de ser intrínsecamente una energía positiva y sagrada.
El objetivo de trabajar con la magia es aprovechar esta energía generosa y poderosa para enfocarla en que todos los aspectos de nuestra vida mejoren. En la magia se puede potenciar la energía, transferirla, transmitirla, aumentarla o amplificarla.
Ahí poder contenido dentro de los libros, las plantas o los cristales, independientemente de si el ser humano los aprovecha. Si la magia se usa para bien o para mal depende de la intención de quien la use, no de la naturaleza que procede.
Todos y todo lo que existe naturalmente en la Tierra, posee la capacidad de poder.
Este poder se expresa simultáneamente en todos los planos: físico, mental, espiritual, emocional y sexual.
¡Así que reclama y pide todo lo que te corresponde por derecho de nacimiento! Di tus hechizos, en presente, Di tus encantos, con la intención de haberlos logrado ya. Expresa tus palabras en positivo siempre que sea posible, Expresa tu magia, tu poder, aquí y ahora. Así sea.
Se acerca Mabon. Es tiempo de cosecha! Es tiempo de desprenderse de aquello que ya no sirve!
Se acerca Mabon, la fiesta celta de la segunda cosecha. Y una vez más, el equilibrio se hace patente. Una vez más noche y dia, luz y oscuridad se igualan; tienen la misma presencia.
Este año el equinoccio de otoño tendrá lugar el 22 de septiembre a las 15:30 horas en el hemisferio norte.
Mabon es quizá uno de los momentos más importantes de la rueda estacional a nivel de toma de conciencia; venimos de la luz, de la alegría y la explosión de colores, para ir retirándonos poco a poco hacia las profundidades de la tierra y de nuestro interior.
Es de algún modo la antesala que precede a la casi total oscuridad que nos acompañará dentro de unos meses en Samhain.
En Mabon recogemos la última cosecha y damos gracias por todo aquello que los dioses nos brindan, ya que gracias a ello, el sustento durante los meses venideros estará asegurado y la supervivencia dependía en gran medida de ella.
Comenzar el viaje hacia el interior, hacia las profundidades denuestra propia alma, de forma consciente y sincera con nosotras mismas y con nuestro entorno, nos dará la fortaleza para andar el camino que nos espera con la suficiente confianza y recursos necesarios, para que las sombras que se perfilan puedan ser integradas y aceptadas.
Nacemos al Alba; y morimos al ocaso. Hace ya tiempo que nacimos y es momento de ir recorriendo el camino hacia el ocaso que llegará a su cenit en Samhain.
RITUAL PARA MABON
Te traigo hoy un ritual sencillo para Mabon en el que te invito a recoger tu propia cosecha y también a preparar aquello que quierassembrar para las siguientes.
Hacerte consciente de la luz y de las sombras a tu alrededor, te hará ser consciente también de las sombras y de la luz en tu interior.
Necesitarás:
1 vela negra o de color oscuro
1 vela de color amarillo o blanco.
2 hojas de árbol o 2 bellotas o algo similar en las que puedas escribir al menos una palabra o frase corta. En su defecto puedes utilizar dos hojitas de papel.
1 rotulador para escribir en ellas.
1 hoja de papel en blanco.
Siéntate en una postura cómoda, cierra los ojos y trae a tu mente la luz y la alegría tan propios del verano que va llegando a su fin.
Enciende la vela amarilla en señal de representación de la luz que a partir de mañana comenzará a disminuir, pero que siempre está presente de una u otra forma.
Cuando estés preparada, vuelve a cerrar los ojos y trae a tu mente la paz y la quietud que se acercan junto con la oscuridad en esta nueva época.
Reconoce esa tranquilidad en ti, en tu interior. Y enciende la vela negra.
Trae a tu mente algo que hayas cultivado en esta época que termina, algo que hayas cosechado y que ya estés lista para recoger.
También puede ser algo, que no has podido cultivar, pero que te hubiera gustado hacer.
Trata de reducirlo a una sola palabra o frase corta. Puede ser algo como: paz, ecuanimidad, alegría, empatía, solidaridad, resiliencia… cualquier cosa que tú sientas que has trabaja en los meses anteriores.
Cuando lo tengas, escríbelo en la hoja o en la bellota.
Ahora es momento de reflexionaracerca de lo que te gustaría sembrar y recoger más adelante, algo que para ti sea importante. Escríbelo en la otra bellota u hoja.
Reflexiona acerca de las cosas que puedes hacer para que esto que quieres cultivar, pueda ser una realidad en la época venidera.
En la hoja de papel en blanco, pon la fecha de hoy y el objetivo, aquello que quieres sembrar en tu vida o en tu interior, ya sea una cualidad personal, un nuevo trabajo, una nueva relación, aquello que desees trabajar.
Escribe una lista con las cosas que puedes hacer para traer esto a tu vida.
Observa esta lista por un instante y elige las 3 cosas que consideres más posibles de llevar a cabo para ti en estos momentos. Escríbelas de nuevo a parte.
Cierra los ojos y visualízate en esa situación, como si aquello que deseas recoger fuera ya una realidad en tu vida.
Cuando estés lista, puedes escribir una palabra que sintetice todo esto en la bellota u hoja de árbol que aun te queda libre.
Guarda la hoja de papel en la que has escrito las acciones a llevar a cabo y también la bellota. De forma que puedas verlas de vez en cuando y ser consciente de que estás cosechando estas acciones y esta actitud en tu interior y en tu vida.
Cuando termines el ritual, puedes dar las gracias internamente a los dioses y a la naturaleza por todo aquello que te brindan a lo largo de los meses y de las estaciones y apagar las dos velas; sabiendo que a partir de ahora la oscuridad irá venciendo a la luz, que es momento de trabajar más internamente, de ir hacia lo profundo de la cosas, hacia lo profundo de ti misma.