Si hay un Brujo en tu vida, es muy probable que ya lo sepas. Que él te lo haya dicho directamente: «soy Brujo». O que si se olvidó de hablar al respecto, muy posiblemente sea porque respeta que no muestres interés por ello.
Hay 5 cosas que debes saber si vas a salir con él:
1- Presta atención; mucha, mucha atención.
Olvídate de los estereotipos de nuestra sociedad sobre los hombres.
La atención de un Brujo es asombrosa. Él poseerá una cantidad de atención mayor a la habitual, y es probable que pase muchos años de su vida cultivándola a través de la meditación y el enfoque.
Él percibirá detalles sutiles de tu ser que pueden ser desconocidos incluso para ti. No se desconcertará fácilmente. Y es posible que tenga algunas ideas claras sobre los matorrales espinosos de tu corazón. Cuando estás en su presencia, rara vez te sentirás «invisible» o «sola».
2- No aguantará tu mierda.
Olvídate de juegos engañosos del ego, el no dará vueltas a tu alrededor para someterse a tus ordenes o caprichos. Simplemente no le interesa ese aspecto del mundo humano. Él sabrá ver a través de tus cortinas de humo y laberintos.
Si te elige, es porque ve en ti a una mujer asombrosamente poderosa y punto, no habrá intenciones ocultas en su decisión.
Un brujo te enseñará a vivir lo mágica que es la vida día a día, durante todo el todo el tiempo.
3- Le encanta trabajar.
Los brujos comprometidos con su camino, están profundamente en contacto con el valor mágico del resultado que obtienen de trabajar con constancia y perseverancia.
4- Tiene un profundo respeto por los ancestros y la muerte.
Porque para trabajar con la magia, ha adquirido una relación profunda y consciente de la muerte, pues esta, es inevitable y él lo sabe.
5 Es volátil.
Los brujos tienden a ser altamente sensibles y están muy en contacto con sus emociones. Su vida emocional es potente. En ocasiones no será fácil lidiar con esto. Sin embargo, todo aquello que sienta será auténtico, no irá disfrazado de falsas emociones no reconocidas.
La alquimia emocional, es un proceso continuo de disolución de los elementos básicos en sí mismo; integrando la parte femenina de su alma en su persona y sacando a la luz el oro puro de su ser.
Es de esta unión de los opuestos, de esta integración, que obtiene más fuerza para seguir caminando por la senda escogida.
Conclusión:
Si tienes la suerte de haber conocido íntimamente a un brujo, ten por seguro que tu vida a su lado, no será aburrida. Más al contrario, cada uno de vuestros días estarán teñidos de la magia de un nuevo amanecer, de la luz de la luna llena, del tañido de las campanas a media noche anunciando que una nueva oportunidad llega.
Una nueva oportunidad para seguir creciendo como personas, como brujo y bruja (tal vez), para seguir explorando los recovecos de vuestra alma, de ese lugar en el que reside la magia más auténtica, aquella que os ha llevado a conectar mutuamente.
«Nuestra compañera Bego Salem, nos conduce por un viaje terrorífico e histórico sobre la caza de Brujas, una oscura visualización que despierta en mí una empatía en la historia. Incluso delante de mis hijos me vi desbordada por la emoción, se me caían las lágrimas entre la tristeza y la rabia. Con cierta sensación incluso, de haberlo podido sentir en mi propia piel, en mi propia carne y por más veces que cerraba los ojos, esas imágenes me venían de vuelta, esa injusticia, ese sufrimiento, de tantas y tantas mujeres, de tantas y tantas hermanas muertas, torturadas, asesinadas solo por el hecho de ser mujeres, de ser sanadoras, de ser diferentes.
Acaba la clase y ya escribiendo estas líneas la tristeza deja paso al orgullo, a la esperanza y a la ilusión de seguir ese legado heredado de esas grandes mujeres, nuestras ancestras, de seguir esos pasos en el mundo de la sanación, del acompañamiento o conocimiento de los recursos que nos da la Tierra y el propio Universo de la Brujería.
Que mi orgullo y mi tenacidad por defender quien soy les llegue a ellas, para su propio orgullo. Y así, sonriendo desde donde estén, vean llenas de satisfacción que aquellas bestias, quemaron solo su carne, porque el espíritu de las Bujas sigue intacto viviendo entre nosotras.»
Reflexión de la clase de iniciación a la Brujería “La gran caza de las Brujas” Vitoria, viernes 5 de Junio. Texto de Pili, Aprendiz de Bruja.
No puedo dejar de compartir con vosotras este texto desgarrador, que te llega al alma, de nuestra compañera Pili, en su reflexión a la clase que otra compañera nuestra, Bego Salem nos acercó la semana pasada. Una clase que versaba sobre la gran caza de brujas a que se vieron avocadas miles de personas, mujeres en su mayoría.
Me conmueven especialmente las palabras nacidas del corazón que nos hablan de ese orgullo de ser mujer sabia, de la esperanza y la ilusión por seguir el legado que nos dejaron aquellas mujeres; de sabernos poseedoras de ese legado, que somos nosotras quienes debemos empuñar el testigo, tal vez incluso el deber moral de reivindicar aquello que otras no pudieron.
Puede que este sea su legado: la posibilidad de alzar la voz y proclamarnos como brujas, aprendizas de bruja, mujeres sabias en contacto consigo mismas y con su entorno, con la naturaleza que siempre nos ha acompañado por mucho que hayan pasado los siglos.
Gracias Pili por unas palabras tan profundas, nacidas del corazón. La que lloraba hoy era yo al sentir la emoción en tus palabras.
Y gracias a ti que lees hoy estas palabras y sientes ese mismo orgullo de sentirte capaz de proclamarte como aquello que sientes, aunque tan solo sea ante ti. No es fácil romper siglos y siglos de miedo y ostracismo, es algo que se ha quedado grabado a fuego en nuestras entrañas y que poco a poco hay que ir limando. Estamos en el camino.
EL REY DEL ROBLE Y EL REY DEL ACEBO. LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA.
Se habla mucho de lo importante que es la Diosa en la rueda estacional, pero la diosa también es el Dios, porque uno sin el otro, no existirían. Así que vamos a hablar de la energía Masculina y su papel en la rueda de la vida.
La Rueda del Año está regida por dos arquetipos, la del Rey del roble y el Rey delacebo, que son dos representaciones de cómo crece y mengua la luz del sol a medida que cambian las estaciones anualmente, los dos arquetipos se turnan durante el año. A medida que la presencia de uno se hace más patente, la del otro va menguando, hasta llegar a los equinoccios, los dos puntos en los que ambos se encuentran en equilibrio.
A partir de ahí, una vez más, a medida que uno se fortalece, el otro va cediéndole el terreno.
De este modo, nos encontramos con que El rey del Roble reina durante la mitad del año en la que la luz crece, o lo que es igual, durante la primavera y el verano.
Mientras que en la otra mitad de la rueda, en que la luz mengua; el otoño y el invierno, pertenece al rey del Acebo.
Las leyendas e historias nos cuentan que los dos reyes son hermanos, pero que también son rivales. El Rey del roble y al Rey del acebo son aspectos gemelos del Dios, las dos caras de una misma moneda, en constante batalla entre ellos por el amor y la atención de la Diosa, que luchan entre sí.
Esta batalla tiene lugar dos veces al año y la conquista corresponde a uno u otro a medida que cambian las estaciones.
Las fechas en que se gana la batalla van a depender de la tradición. Hay para quienes la lucha tiene lugar en Yule, Ostara o en Beltane siendo el Rey del Roble quien asume el control, la luz vence a la oscuridad. Hay quienes la ven en Litha, Mabon o Samhain donde la oscuridad vence a la luz y el control es asumido por el Rey del Acebo.
Todas sostienen su versión con sentido, destacando que la naturaleza siempre es cambiante en la Rueda del Año y que no hay luz sin la oscuridad: es el contraste entre los dos lo que hace posible a cada uno de ellos. Podría decirse que esta es la lección del Rey del roble y del Rey del acebo, ya que es tradicional, cuando se habla de la leyenda, señalar que ninguno de los dos puede existir sin el otro, la paradoja de la luz y la oscuridad, de la muerte y el renacimiento.
La rueda estacional nos muestra este continuo flujo de energías, esa energía más joven, más ardiente del Rey del roble, la energía más sosegada, más sabia del Rey del Acebo, que ya ha pasado por aquello que aún le queda por experimentar al Rey del Roble.
Será el Rey del roble, quien fecunde a la doncella en Beltane.
Será el Rey del Acebo quien cuide de ella a medida que crece y avanza junto con la rueda estacional.
Hoy en día, los gatos son posiblemente los animales más queridos en el mundo. Es difícil imaginar un momento en que los gatos no fueran universalmente amados y adorados.
Sin embargo, en Europa occidental, durante la Edad Media, el humilde gato fue una de las primeras víctimas de la Inquisición medieval temprana.
Los gatos eran vistos como un símbolo de brujería, e incluso como la encarnación del mismo Satanás.
Donde antes estas criaturas habían sido animales domésticos comunes, ahora se las consideraba peligrosas y demoníacas.
Fueron rechazados, perseguidos y asesinados por personas que temían al diablo, de modo que poco a poco los gatos negros se vieron perseguidos por su asociación de color con la noche, con lo oscuro y con el medio en que el diablo se colaba en sus vidas.
La diosa egipcia Bast estaba representada por un gato, al igual que la diosa griega del inframundo, Hécate.
De modo que la fuerte presencia de gatos en las religiones precristianas los posicionó como incompatibles a las creencias cristianas. Además, los gatos a menudo se describían como criaturas crueles y vengativas que no podían ser domesticadas como otros animales domésticos.
A finales del siglo XII, nos encontramos con que muchas personas comenzaron a creer que matar o torturar a un gato negro era un buen método para romper hechizos y maldiciones, lo que aun los hizo más vulnerables.
Aunque la población de gatos disminuyó radicalmente, no fueron eliminados por completo, y poco a poco conforme la ignorancia se fue combatiendo, también la población de gatos se fue recuperando.
De modo que muchas brujas, ahora elegimos tener un gato negro, como compañero de camino en nuestras vidas y oficio; por rebeldía, reivindicación y justicia, en honor a todas las brujas y gatos que fueron masacrados como resultado de la ignorancia humana.